De Gea para a los Reds
En la jornada 8 se enfrentaban en Anfield, Liverpool y Manchester United. Los reds buscaban seguir su racha de partidos ganados, llevaba 5 hasta la hora del partido. Mientras el United esperaba cambiar su suerte después de empatar su anterior partido en casa contra el Stoke City.
El Liverpool salía con Karius bajo palos. En defensa Clyne,Lovren,Matip y Milner. En el medio Can, Henderson, Coutinho más adelantado Firmino y Sané. Como punta Sturridge.
Los primeros 5 minutos el Manchester United fue superior porque incomodó la salida de balón del Liverpool situandose Ibra entre centrales y Fellaini y Herrera adelatando metros para no dejar recibir a Firmino y Coutinho, y si recibían y se iban se cortaba el avance con falta; y por consecuencia la primera media hora fue de poco ritmo.
Cuando el United, por cansancio físico no pudo presionar más, el Liverpool pudo coger el balón le metió ritmo al partido utilizando pocos toques para los pases y atacando por fuera.
El Liverpool empezó a controlar el partido y ahí el United sufrio más porque defendía en acumulación sin gran actividad pero a los Reds les faltaba el último pase.
Y así acabó la primera parte, 0-0, 25 minutos para cada uno pero sin ideas claras en ataque.
En la segunda parte el Liverpool salió con intensidad y tenía la idea clara de atacar por fuera en 1x1, sobre todo Milner subiendo fue más efectivo que Clyne.
El United se defendía en 4-1-4-1 esperando pérdida o robo para salir pero el Liverpool estuvo acertado en los pases.
En el 60, con el United ya no apretaba arriba, Matip podía caminar con balón, filtrar un pase a Can que recortaba, tiraba abajo pero aparecía una mano salvadora de De Gea.
Más tarde, en el 71, Coutinho lanzaba desde 40 metros pero De Gea hacía un paradón a mano cambiada.
El partido al final se enfrió, y acabó 0-0.
Por méritos el Liverpool lo intentó más, abrió el campo y creó más ocasiones y tuvo ideas más claras.
El United se veía que se conformaba con el empate, se plantaba en 4-1-4-1, ya dicho, esperaba un error para salir, pero no tenía muy claro como hacerlas y no sacó nada en claro o positivo.
El Liverpool salía con Karius bajo palos. En defensa Clyne,Lovren,Matip y Milner. En el medio Can, Henderson, Coutinho más adelantado Firmino y Sané. Como punta Sturridge.
Los primeros 5 minutos el Manchester United fue superior porque incomodó la salida de balón del Liverpool situandose Ibra entre centrales y Fellaini y Herrera adelatando metros para no dejar recibir a Firmino y Coutinho, y si recibían y se iban se cortaba el avance con falta; y por consecuencia la primera media hora fue de poco ritmo.
Cuando el United, por cansancio físico no pudo presionar más, el Liverpool pudo coger el balón le metió ritmo al partido utilizando pocos toques para los pases y atacando por fuera.
El Liverpool empezó a controlar el partido y ahí el United sufrio más porque defendía en acumulación sin gran actividad pero a los Reds les faltaba el último pase.
Y así acabó la primera parte, 0-0, 25 minutos para cada uno pero sin ideas claras en ataque.
En la segunda parte el Liverpool salió con intensidad y tenía la idea clara de atacar por fuera en 1x1, sobre todo Milner subiendo fue más efectivo que Clyne.
El United se defendía en 4-1-4-1 esperando pérdida o robo para salir pero el Liverpool estuvo acertado en los pases.
En el 60, con el United ya no apretaba arriba, Matip podía caminar con balón, filtrar un pase a Can que recortaba, tiraba abajo pero aparecía una mano salvadora de De Gea.
Más tarde, en el 71, Coutinho lanzaba desde 40 metros pero De Gea hacía un paradón a mano cambiada.
El partido al final se enfrió, y acabó 0-0.
Por méritos el Liverpool lo intentó más, abrió el campo y creó más ocasiones y tuvo ideas más claras.
El United se veía que se conformaba con el empate, se plantaba en 4-1-4-1, ya dicho, esperaba un error para salir, pero no tenía muy claro como hacerlas y no sacó nada en claro o positivo.
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